El panorama económico actual ha ayudado a que se amplíen las opciones para aprovechar la prestación por desempleo a la hora de emprender. Si estás cobrando el desempleo y tienes un proyecto de negocio, puedes escoger entre una de estas dos opciones:
Pago único
Consiste en el abono de parte de la prestación pendiente de cobro en forma de capital para atender las necesidades de inversión de la empresa. La parte que no se justifique mediante facturas, se percibirá en forma de pago de la mensualidad de autónomos hasta que se agote el crédito total que hubiera disponible. Es decir, que te pagan el importe que inviertas al comenzar el negocio, y el resto te lo compensan con las cuotas de seguridad social (de autónomo, no de los trabajadores).
Existe la posibilidad de solicitar el pago único en caso de que te incorpores como socio de una mercantil (en cuyo caso sólo te pagan la parte que inviertes en el capital), o como socio de una cooperativa o de una sociedad laboral.
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Compatibilizar la prestación
Consiste en compatibilizar la prestación que tienes pendiente de cobro después de haber iniciado la actividad durante 9 meses (o el tiempo que te quede de desempleo, si éste es inferior). Es la opción ideal para negocios que requieren de una inversión muy pequeña, o para emprendedores que no cuentan con ahorros suficientes para capear los primeros meses de actividad.
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Estas dos opciones son incompatibles entre sí, así que piensa con cuidado cuál vas a escoger, analiza la inversión que necesitas realizar y cuáles son tus recursos mientras el negocio despega. La opción por una u otra medida te limita a no poder acogerte a la otra opción durante los dos años siguientes.